viernes, 8 de febrero de 2013

TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA


Según el DSM-IV los trastornos de espectro autista es un grupo heterogéneo de trastornos caracterizados por alteraciones cualitativas y características de la interacción social y las formas de comunicación, así como por un repertorio repetitivo, estereotipado y restrictivo de intereses y actividades, que son una característica generalizada del comportamiento del individuo en todas las situaciones.
Es habitual que las personas con TGD (trastornos generalizados del desarrollo) padezcan algún grado de alteración de la función cognoscitiva.
El autismo es sólo un conjunto de síntomas, no una enfermedad; puede asociarse a niveles intelectuales muy variados.

Hay muchos retrasos y alteraciones del desarrollo que se acompañan de síntomas autistas, sin ser propiamente cuadros de autismo.

1.      LA TRÍADA DE DÉFICITS CENTRALES (Lorna Wing)
·         Comunicación verbal y no verbal

   1) Funciones comunicativas
   2) Comunicación no verbal

   3) Desarrollo del lenguaje

   4) Atención conjunta

·         Interacción social recíproca

  1) Evitación del contacto corporal
  2) Dificultad para formar vínculos afectivos
   3) Relación infrecuente con los iguales

   4) Conductas de imitación ausentes

   5) Ausencia de teoría de la mente


 ·         Flexibilidad e imaginación

   1) Ausencia de juego simbólico

   2) Falta de "sentido de la actividad"

   3) Uso repetitivo y pobre de los objetos

   4) Adherencia a rutinas

   5) Insistencia no cambiar las cosas

   6) Estereotipias y manierismos


Polo Negativo
Rasgos Autistas
Polo Positivo
Ausencia Completa De Imitación Significativa
Déficit En Las Competencias De Imaginación Y Comprensión Social
Cierta Habilidad Para Reconocer Sentimientos De Otros
Predominio De Conductas Estereotipadas
Formas Repetitivas De Actividad
Preocupación Obsesiva Por Ciertos Contenidos Intelectuales
Ausencia De Motivación Cognitiva
Déficit En La Comunicación Social
Empleo De Un Lenguaje Elaborado Pero Sin Implicación
Aislamiento E Indiferencia Hacia Otras Personas
Déficit En El Reconocimiento Social
Pobre Comprensión De Reglas Sutiles De La Interacción Social Y Escasa Sensibilidad De Relación Con Los Iguales

2.     OTROS SÍNTOMAS FRECUENTES:

- Discapacidad cognitiva

- Alteraciones perceptivas

- Dificultad para captar relaciones de contingencia

- Habilidades especiales

- Alteraciones en la alimentación y el sueño

·         El funcionamiento de la mente de los alumnos con TEA:

- Carencia de teoría de la mente: pensar sobre los pensamientos del otro e imaginar el estado de ánimo de los demás
- Déficit de la función ejecutiva
- Déficit en función de coherencia central
- Estilo del pensamiento visual
- Alteraciones sensoriales



1.      CLASIFICACIÓN
·         Trastorno autista

- El déficit en la conducta social se manifiesta por la evitación directa del contacto con los demás o, en los casos menos graves, por mantener una actitud pasiva frente a ese contacto.

- Alteraciones tanto en el desarrollo del habla como del lenguaje, que incluso pueden no llegar a desarrollarse.

- Respuestas anómalas al ambiente físico, con baja responsividad a determinados estímulos.

- Predilección por actividades repetitivas y estereotipadas.

- Necesidad compulsiva de estabilidad del entorno físico.

- Conductas compulsivas de autoestimulación.

- Conductas autolesivas.

- Deterioro intelectual especialmente acusado en el pensamiento simbólico, aunque con buena memoria mecánica.

- Evolución muy lenta y alterada en el aprendizaje.


·         Trastorno de Rett

- Ausencia de actividad funcional con las manos.
- Aislamiento.

 - Retraso importante en el desarrollo de la capacidad de andar.
 - Pérdida de capacidades de relación.

 - Ausencia de competencias simbólicas y de lenguaje

 - Microcefalia progresiva.
 - Alteración de patrones respiratorios, con hiperventilación e hipoventilación frecuentes.

 - Ausencia de relación con objetos

- Tronóstico pobre a largo plazo.

·         Trastorno desintegrativo infantil


   Consiste en un deterioro severo y rápido del funcionamiento intelectual, social y lingüístico en niños con un desarrollo previo normal, que suele producirse entre los 3 y los 4 años de vida.
   Puede iniciarse con síntomas conductuales, como ansiedad, ira o rabietas, pero por lo general la pérdida de funciones se hace extremadamente generalizada y grave, llevando a un síndrome sintomáticamente muy parecido al autismo de Kanner, pero con un deterioro intelectual más acusado.
   Luego, poco a poco, el deterioro se estabiliza, pudiendo a veces recuperarse de forma muy limitada algunas funciones, como la capacidad para formar frases.


   La capacidad comunicativa y de interacción, sin embargo, al igual que la capacidad para cuidar de sí mismo, tienden a seguir muy deterioradas.



ENLACES DE INTERÉS

Una página muy interesante por su contenido puede ser: http://espectroautista.info/  De ella hemos vito relevantes diferentes aspectos, por ello, os lo ofrecemos a continuación.

Para las personas que se quieran informar mejor y más detenidamente recomendamos este artículo de Urrutxi, L.D.; Velásquez, L.S.: Estrategias educativas para orientar las necesidades educativas de los estudiantes con Síndrome de Asperger en aulas ordinariasElectronic Journal of Research in Educational Psychology 2011; 9(24):869–892, cuyo resumen es el siguiente:
“En el presente artículo se realiza una descripción del Síndrome Asperger (SA), trastorno que se enmarca dentro del espectro autista. Con el fin de que el lector o lectora comprenda mejor las características de dicho trastorno, se describen las dificultades básicas que manifiestan dichas personas referidas, principalmente, a la interacción social, comunicación e imaginación, aportándose algunos casos puntuales que dan una visión más concreta del tema. Considerando las principales teorías explicativas del síndrome: “teoría de la mente”, “la coherencia central” y “las funciones ejecutivas”, se detallan varias implicaciones educativas y estrategias de intervención que, en contraste con nuestra propia experiencia, resultan útiles en las aulas para responder a las necesidades de estos estudiantes en entornos ordinarios. Abordar las concepciones del SA desde la dimensión afectiva, de relación y cognición, posibilita una mejor comprensión e intervención educativa hacia estas personas, mejorando el desarrollo de sus habilidades sociales, de comunicación, de lenguaje, de autorregulación y de autodeterminación, y que en síntesis, equivale a potenciar su calidad de vida en el contexto educativo de los centros y aulas inclusivas”.


Para conocer más sobre las necesidades que presentan los niños autistas podemos leer el texto que os facilitamos a continuación, el cual nos permite poner en el lugar del niño:
¿Qué nos pediría un autista?
Ángel Rivière
1996
Ayúdame a comprender. Organiza mi mundo y facilítame que anticipe lo que va a suceder. Dame orden, estructura, y no caos.
No te angusties conmigo, porque me angustio. Respeta mi ritmo. Siempre podrás relacionarte conmigo si comprendes mis necesidades y mi modo especial de entender la realidad. No te deprimas, lo normal es que avance y me desarrolle cada vez más.
No me hables demasiado, ni demasiado deprisa. Las palabras son “aire” que no pesa para tí, pero pueden ser una carga muy pesada para mí. Muchas veces no son la mejor manera de relacionarte conmigo.
Como otros niños, como otros adultos, necesito compartir el placer y me gusta hacer las cosas bien, aunque no siempre lo consiga. Hazme saber, de algún modo, cuando he hecho las cosas bien y ayúdame a hacerlas sin fallos. Cuando tengo demasiados fallos me sucede lo que a tí: me irrito y termino por negarme a hacer las cosas.
Necesito más orden del que tú necesitas, más predictibilidad en el medio que la que tú requieresTenemos que negociar mis rituales para convivir.
Me resulta difícil comprender el sentido de muchas de las cosas que me piden que haga. Ayúdame a entenderlo. Trata de pedirme cosas que puedan tener un sentido concreto y descifrable para mí. No permitas que me aburra o permanezca inactivo.
No me invadas excesivamente. A veces, las personas sois demasiado imprevisibles, demasiado ruidosas, demasiado estimulantes. Respeta las distancias que necesito, pero sin dejarme solo.
Lo que hago no es contra ti. Cuando tengo una rabieta o me golpeo, si destruyo algo o me muevo en exceso, cuando me es difícil atender o hacer lo que me pides, no estoy tratando de hacerte daño. ¿Ya que tengo un problema de intenciones, no me atribuyas malas intenciones!
Mi desarrollo no es absurdo, aunque no sea fácil de entenderTiene su propia lógica y muchas de las conductas que llamáis “alteradas” son formas de enfrentar el mundo desde mi especial forma de ser y percibir. Haz un esfuerzo por comprenderme.
Las otras personas sois demasiado complicadas. Mi mundo no es complejo y cerrado, sino simple. Aunque te parezca extraño lo que te digo, mi mundo es tan abierto, tan sin tapujos ni mentiras, tan ingenuamente expuesto a los demás, que resulta difícil penetrar en él. No vivo en una “fortaleza vacía”, sino en una llanura tan abierta que puede parecer inaccesible. Tengo mucha menos complicación que las personas que os consideráis normales.
No me pidas siempre las mismas cosas ni me exijas las mismas rutinas. No tienes que hacerte tú autista para ayudarme. El autista soy yo, no tú!
No sólo soy autista. También soy un niño, un adolescente, o un adulto. Comparto muchas cosas de los niños, adolescentes o adultos a los que llamáis “normales”. Me gusta jugar y divertirme, quiero a mis padres y a las personas cercanas, me siento satisfecho cuando hago las cosas bien. Es más lo que compartimos que lo que nos separa.
Merece la pena vivir conmigoPuedo darte tantas satisfacciones como otras personas, aunque no sean las mismas. Puede llegar un momento en tu vida en que yo, que soy autista, sea tu mayor y mejor compañía.
No me agredas químicamente. Si te han dicho que tengo que tomar una medicación, procura que sea revisada periódicamente por el especialista.
Ni mis padres ni yo tenemos la culpa de lo que me pasa. Tampoco la tienen los profesionales que me ayudan. No sirve de nada que os culpéis unos a otros. A veces, mis reacciones y conductas pueden ser difíciles de comprender o afrontar, pero no es por culpa de nadie. La idea de “culpa” no produce más que sufrimiento en relación con mi problema.
No me pidas constantemente cosas por encima de lo que soy capaz de hacerPero pídeme lo que puedo hacer. Dame ayuda para ser más autónomo, para comprender mejor, pero no me des ayuda de más.
No tienes que cambiar completamente tu vida por el hecho de vivir con una persona autista. A mí no me sirve de nada que tú estés mal, que te encierres y te deprimas. Necesito estabilidad y bienestar emocional a mi alrededor para estar mejor. Piensa que tu pareja tampoco tiene culpa de lo que me pasa.
Ayúdame con naturalidad, sin convertirlo en una obsesiónPara poder ayudarme, tienes que tener tus momentos en que reposas o te dedicas a tus propias actividades. Acércate a mí, no te vayas, pero no te sientas como sometido a un peso insoportable. En mi vida, he tenido momentos malos, pero puedo estar cada vez mejor.
Acéptame como soy. No condiciones tu aceptación a que deje de ser autista. Sé optimista sin hacerte “novelas”. Mi situación normalmente mejora, aunque por ahora no tenga curación.
Aunque me sea difícil comunicarme o no comprenda las sutilezas sociales, tengo incluso algunas ventajas en comparación con los que os decís “normales”. Me cuesta comunicarme, pero no suelo engañar. No comprendo las sutilezas sociales, pero tampoco participo de las dobles intenciones o los sentimientos peligrosos tan frecuentes en la vida social. Mi vida puede ser satisfactoria si es simple, ordenada y tranquila. Si no se me pide constantemente y sólo áquello que más me cuesta. Ser autista es un modo de ser, aunque no sea el normal. Mi vida como autista puede ser tan feliz y satisfactoria como la tuya “normal”. En esas vidas, podemos llegar a encontrarnos y compartir muchas experiencias.


Recomendamos, a los educadores interesados en los trastornos del espectro autista, la consulta de los siguientes recursos en el orden en que se presentan a continuación:

Biografía de Hans Asperger.
Síndrome de Asperger: algunas preguntas comunes.
Versión interactiva de la Escala Autónoma para la Detección del Síndrome de Asperger y el Autismo de Alto Nivel de Funcionamiento.
El síndrome de Asperger. Estrategias prácticas para el aula. Guía para el profesorado.
Materiales de apoyo al profesorado de la Junta de Andalucía.
Intervención educativa con un alumno con síndrome de Asperger.
Tecnologías de ayuda en personas con trastornos del espectro autista: guía para docentes.

Recomendamos, a las madres y padres de afectados por un trastorno del espectro autista, la consulta de los siguientes recursos en el orden en que se presentan a continuación:
Síndrome de Asperger: algunas preguntas comunes.
Un acercamiento al síndrome de Asperger: una guía teórica y práctica.
Tests para la valoración en niños de los trastornos del espectro autista.
Un niño con autismo en la familia. Guía básica para familias que han recibido un diagnóstico de autismo para su hijo o hija.
Educando a niños con síndrome de Asperger (200 consejos y estrategias).
Soy especial. Informando a los niños y jóvenes sobre su trastorno del espectro autista.



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